
El segundo cerebro que habita en tu vientre: el poder silencioso del sistema nervioso entérico
- Carolina Hulett

- 17 jun
- 2 Min. de lectura
¿Sabías que dentro de ti vive un segundo cerebro?
No es una metáfora. Existe un complejo entramado de neuronas que recorre tu sistema digestivo, desde el esófago hasta el ano, y se llama Sistema Nervioso Entérico (SNE). Es tan complejo que puede funcionar por sí solo, sin pedirle permiso al cerebro que habita en tu cráneo.
Yo lo llamo: el guardián silencioso del equilibrio.
En él se deciden muchas cosas que influyen directamente en tu bienestar, tu estado de ánimo y tu percepción del dolor.
🌿 El vientre, ese templo de sabiduría corporal
El SNE regula el movimiento intestinal, las secreciones, la circulación local y hasta las respuestas inmunológicas. Es el sistema que digita, digiere y discierne.
Y no exagero si te digo que tu estado emocional está profundamente vinculado a cómo se siente tu intestino.
De hecho, la mayoría de la serotonina —esa hormona tan importante para la estabilidad emocional— se produce allí.
💫 Eje intestino-cerebro: una autopista de emociones
Existe un puente invisible entre tu vientre y tu mente: se llama nervio vago.
Este nervio permite la comunicación bidireccional entre el sistema digestivo y el cerebro. Por eso, cuando estás ansiosa, lo sientes en el estómago. Y cuando tienes digestiones pesadas, todo parece más oscuro, más lento, más difícil.
Este eje es clave en procesos como la fibromialgia, el dolor persistente, el insomnio, la ansiedad. Y por eso, en mi acompañamiento, siempre hablamos del vientre como una tierra sagrada que merece cuidado.
🌸 ¿Cómo cuidar este segundo cerebro?
Te comparto algunas prácticas simples, amorosas y profundamente transformadoras:
Respira profundo, especialmente con el abdomen.
Elige alimentos que nutran tu microbiota (fibra, fermentados, prebióticos).
Muévete de manera suave y constante: el yoga restaurativo, caminar, estirarte con presencia.
Cultiva una relación de ternura con tu cuerpo: no lo castigues, escúchalo.
🧘🏻♀️ En mis sesiones, el vientre no se ignora. Se honra.
En cada respiración consciente, cada movimiento lento y cada silencio elegido, estamos hablando con ese segundo cerebro. Le decimos: “estás a salvo”. Y poco a poco, él responde con calma, con alivio, con vitalidad.
Si sientes que tu digestión, tu energía y tu ánimo están desregulados, quizá no necesitas luchar más. Tal vez solo necesitas recordar que dentro de ti hay sabiduría esperando ser escuchada.
Con amor y presencia,
Caro Hulett
Guía de reconexión cuerpo-alma para mujeres que viven con dolor invisible

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